"Se ha vencido el tabú social que rodeaba el hecho de no poder tener hijos y ahora la búsqueda de soluciones es mucho más activa". Marita Espejo, directora de Instituto FIVIR, enfatiza que los cambios sociales se reflejan claramente en la reproducción asistida en muchos sentidos. Y uno de los principales cambios es el número creciente de mujeres sin pareja que deciden pedir la ayuda de la medicina reproductiva para ser madres.
Instituto FIVIR estima que el número de pacientes sin pareja que han optado por la reproducción asistida para tener un hijo se ha incrementado alrededor de un 30% desde que arrancó esta clínica ubicada en Carcaixent, a principios de 2010. "Y la edad media de las mujeres sin pareja que buscan un embarazo es superior a la de aquellas que acuden acompañadas", explica la doctora Espejo. La ginecóloga asegura también que existe un perfil mayoritario en este colectivo: "profesional liberal con estabilidad laboral".
Otro cambio que se detecta es la creciente participación de los hombres en los tratamientos de reproducción asistida. Y si bien, remarca la directora de Instituto FIVIR, aún queda mucho camino ya que los hombres "siguen siendo reticentes a realizar tratamientos que no sean con su semen, los varones están muy implicados en los procesos para lograr tener hijos".
"Hay cada vez más aceptación de los tratamientos con gametos donados. Esto va ligado a la edad, sobre todo en las mujeres, pero también en los hombres, ya que cuanto más tarde se toma la decisión de recurrir a la medicina reproductiva, más posibilidades existen de que se deba recurrir a óvulos donados o a que el semen del varón presente alguna anomalía", explica la responsable médica de la clínica.
Los cambios en la percepción que la sociedad tiene de la reproducción asistida se han producido en buena parte gracias a la labor de los medios de comunicación y también debido a los avances científicos."Gracias a estos dos factores se ha transmitido la sensación de que la inmensa mayoría de los problemas de fertilidad tienen solución, lo que hace que cada vez sean más las parejas que consultan con un especialista", remarca la doctora Espejo.