Por Instituto FIVIR – con la colaboración de la Dra. Marita Espejo Catena, directora médica
Cuando se habla de fertilidad, lo habitual es pensar en hormonas, ovulación, calidad ovocitaria o espermatozoides. Sin embargo, existen mecanismos mucho más profundos, menos conocidos, que pueden influir de manera decisiva en la capacidad reproductiva. Uno de ellos es la autofagia.
Este proceso celular, que podríamos definir como un sistema de limpieza y reciclaje, permite a las células eliminar componentes dañados y regenerarse. Aunque ocurre a nivel microscópico, su correcta función tiene efectos visibles y significativos sobre la salud en general y, en particular, sobre la salud reproductiva.
¿Qué es exactamente la autofagia?
La autofagia es un proceso esencial mediante el cual las células eliminan componentes dañados y reciclan aquellos que aún pueden ser útiles. Lejos de ser un simple sistema de limpieza, este mecanismo permite mantener el equilibrio celular, protegiendo la función y la viabilidad de los tejidos.
Este proceso es especialmente importante en situaciones de estrés celular, como las que se producen durante los tratamientos de fertilidad o en condiciones clínicas como el síndrome de ovario poliquístico (SOP) o la baja reserva ovárica.
Su papel en la fertilidad
La autofagia no solo es clave para la salud celular, sino que participa activamente en procesos fundamentales del sistema reproductivo. Contribuye a regular la calidad de los óvulos y espermatozoides, interviene en la maduración ovocitaria, y favorece un entorno endometrial más receptivo para que el embrión pueda implantarse con éxito.
Cuando este mecanismo falla o se ve alterado, pueden producirse dificultades para lograr el embarazo. En cambio, cuando funciona correctamente, ofrece una base celular más sólida sobre la que trabajar en cualquier tratamiento de fertilidad.
¿Puede mejorarse la autofagia?
Algunos enfoques médicos y cambios en el estilo de vida pueden influir positivamente en este proceso. Fármacos en casos indicados, estrategias nutricionales o el manejo del estrés oxidativo son algunos de los factores que pueden favorecer una autofagia saludable. Eso sí, siempre bajo supervisión médica y adaptado al contexto de cada paciente.
En FIVIR, también cuidamos lo invisible
En Instituto FIVIR apostamos por una medicina reproductiva basada en evidencia, que tenga en cuenta no solo los resultados analíticos tradicionales, sino también esos procesos invisibles que, cuando se comprenden, permiten abordar los tratamientos con mayor precisión.
No todas las pacientes ni todos los diagnósticos son iguales. Por eso, es fundamental conocer los mecanismos que pueden estar actuando en segundo plano y que, con el enfoque adecuado, se pueden modular para mejorar las posibilidades de éxito.
Creemos en una medicina reproductiva que no se queda en la superficie, que investiga, que escucha, que adapta el tratamiento a cada persona. Porque la fertilidad no es solo cuestión de cifras: es también un equilibrio delicado que se construye desde lo más profundo de cada célula.
¿Te gustaría abordar tu caso con un equipo que tenga en cuenta todos estos factores? En FIVIR te ayudamos a tomar decisiones informadas, con ciencia, sensibilidad y acompañamiento.