Epigenética y ovodonación son dos términos que, al escucharlos por primera vez, pueden parecer extraños. Sin embargo, hay ciertas ocasiones en las que se debe recurrir a estos procedimientos para conseguir un embarazo con éxito.
Por lo tanto, cuando una pareja tiene que recurrir a la ovodonación para conseguir quedar embarazada, ocurre un fenómeno llamado duelo genético. Este consiste en que la futura madre debe aceptar que el bebé que va a traer al mundo, no llevará sus genes. Es aquí donde entra la epigenética, un fenómeno que se da durante el desarrollo del feto en el embarazo y después de su nacimiento, y que ayuda a combatir este duelo genético.
En FIVIR somos expertos en tratamientos de fertilidad y queremos explicarte de forma sencilla en qué consisten ambos métodos en reproducción asistida y por qué son tan importantes.
¿Qué es la epigenética en la ovodonación?
Una madre por ovodonación es aquella que, por el motivo que sea, no dispone de óvulos de calidad para conseguir un embarazo y tiene que recurrir a un tratamiento de reproducción asistida en el que otra mujer le dona sus óvulos. En estos casos, suele ocurrir que la madre gestante siente que ese bebé no será del todo suyo porque no tiene sus genes, pero, es aquí donde entra la epigenética.
Se trata de la influencia que tiene el ambiente en el que se desarrolla el feto sobre el mismo. Es decir, que aunque la madre gestante no habrá puesto su ADN en el feto, este será influenciado por ella y acabará desarrollando características de la misma.
Este fenómeno se explica mejor con ejemplos como la diabetes, que se transmiten por herencia genética, pero si se mantiene una correcta alimentación y hábitos de vida saludables, se puede frenar el avance de la misma o incluso evitar su aparición. Por tanto, el ADN no determina al 100% las características de un individuo, sino que el entorno en el que se desarrolla también cobra un papel fundamental.
¿Cómo influye la epigenética en la ovodonación?
Cuando una mujer recibe un óvulo de otra, el ADN del feto no es el de la madre gestante, pero la epigenética puede influir de manera considerable en el desarrollo del bebé. Los días anteriores a que el embrión se implante de forma definitiva, la madre gestante producirá líquido endometrial, que este sí lleva su información genética. Por lo tanto, pasará al embrión que se adaptará y transformará su desarrollo.
De esta forma, la epigenética hace posible que la información genética del embrión se modifique hasta tal punto, que cuando nazca el bebé, se parezca a su madre gestante. En consecuencia, la mayoría de madres sometidas a ovodonación, afirman que sus hijos se parecen a ellas, aunque no lleven sus genes.
Este fenómeno se da en todos los embarazos por ovodonación y es determinante para ayudar a las parejas que deciden tener hijos mediante este proceso, a superar el hecho de que el bebé que han tenido no lleva los genes de su madre.
¿Qué hereda el bebé de la madre gestante?
Es frecuente que las madres por ovodonación se pregunten cómo es posible que su hijo se parezca a ellas si no llevan sus genes. Además de la epigenética, en la ovodonación se suelen hacer estudios previos en los que determinar qué donante es mejor para cada caso, se suele elegir a donantes que compartan características físicas y biológicas con la mujer que va a recibir el óvulo.
Además, como hemos comentado anteriormente, durante el embarazo la madre gestante también aporta su carga genética en el embrión, por lo que, aunque no sea al 100%, la madre gestante también habrá aportado sus genes al futuro bebé.
Aunque no se puede determinar qué aspectos concretos heredará el bebé (igual que en un embarazo normal) sí podemos decir que, heredará la carga genética de la madre biológica y de la madre gestante.
¿Se parecerá el bebé a ambos progenitores?
Es probable que el futuro bebé tenga un parecido más que razonable con ambos progenitores. Por un lado, el padre habrá aportado un 50% de la carga genética del bebé, y la madre biológica y la gestante el otro 50%. Si tenemos en cuenta que a la hora de escoger a una donante de óvulos se busca que tenga cierto parecido con la madre gestante, y que así mismo ella habrá volcado parte de su carga genética en el embrión en el momento de la implantación uterina, podemos afirmar que sí, que el bebé se parecerá a sus padres.
Además, el entorno en el que se desarrolla un niño, los hábitos y los comportamientos serán heredados de la familia con la que se críen. De esta manera la técnica de la epigenética en la ovodonación ha abierto una ventana a un mundo que desconocíamos y nos aporta información muy valiosa sobre los procesos de reproducción asistida.
Si estás buscando un embarazo y te está costando más de lo que esperabas, no dudes en contarnos tu historia, estaremos encantados de escucharte y ayudarte en esta aventura que es la maternidad.