- A pesar de que es una técnica en aumento, las valencianas no tienen entre sus prioridades la preservación ovárica
Valencia, 8 de marzo de 2019-. La fertilidad de una mujer desciende de manera considerable a partir de los 35 años, y sin embargo es cuando a menudo piensa que es el momento de abordar la maternidad o aumentar la familia. Son un gran número de mujeres las que no se plantean ser madres hasta los 35 años o más tarde bien sea por motivos laborales o personales, pero es precisamente a esa edad en la que tanto la cantidad como la calidad de sus óvulos ha bajado o empieza a hacerlo. En muchos casos, la maternidad se convierte en una larga e inesperada carrera contra el tiempo. La medicina reproductiva avanza cada día, tanto en los tratamientos que ayudan a superar las mencionadas dificultades (con óvulos propios o donados) como en la prevención (preservación de óvulos).
Esta segunda línea de trabajo es todavía incipiente y aunque cada año es más utilizada, una encuesta de Instituto FIVIR evidencia que aún es poco conocida. Y ello a pesar de que la edad media a la que las mujeres deciden ser madres no deja de aumentar en los últimos años. La encuesta también muestra que muchas mujeres no son conscientes de que cuanto antes opten por la vitrificación, más garantías de futuro tendrán de cara a una maternidad. Y es que, a pesar de sus beneficios, la muestra refleja que solo 20 de cada 100 mujeres menores de 30 años conoce la posibilidad de preservar su maternidad. Elegir el momento para ser madre es posible gracias a la preservación de óvulos mediante la técnica de vitrificación. Vitrificar o congelar los óvulos permite poder recurrir a las células vitrificadas en el futuro, cuando se decida que ha llegado el momento de ser madre.
“Este tratamiento consiste en una estimulación hormonal ovárica y una punción folicular para extraer óvulos u ovocitos. Los óvulos maduros obtenidos se congelan mediante la técnica de vitrificación y permanecen en el laboratorio de Instituto FIVIR hasta que sean requeridos por la paciente. La preservación de la fertilidad femenina es un método seguro, y con una altísima supervivencia celular a la descongelación-desvitrificación”, explica la directora de Instituto FIVIR, Marita Espejo.
La directora del Instituto FIVIR recuerda que esta técnica también es un recurso en casos de enfermedad. “La vitrificación de óvulos no es solo un tratamiento para las mujeres que desean retrasar su maternidad, también va destinado a mujeres que han sido o van a ser sometidas a un tratamiento agresivo como la quimioterapia o aquéllas que presentan patologías que, aun siendo benignas, puede reducir la capacidad reproductiva. Mujeres que pueden así preservar su fertilidad y convertirse en madres una vez la enfermedad esté curada”.