En las técnicas de Reproducción Asistida, la calidad de los espermatozoides es uno de los factores que determinan su éxito. Por esta razón es fundamental la elección de los mejores espermatozoides para garantizar el buen resultado del tratamiento.
Cuando la muestra de semen llega al laboratorio para ser utilizada en una técnica de Reproducción Asistida, se realiza un examen macroscópico valorando aspecto, licuefacción, viscosidad, pH y volumen. A continuación se realiza el examen microscópico valorando la concentración de espermatozoides y otras células, movilidad de los espermatozoides y presencia o ausencia de aglutinaciones.
El siguiente paso es la capacitación espermática, proceso bioquímico mediante el cual se separa el plasma seminal de los espermatozoides y al mismo tiempo se concentran y seleccionan los espermatozoides normales y con mejor movilidad.
Actualmente para realizar una ICSI, la selección de los espermatozoides se hace basándose en su motilidad y morfología mediante el método de gradientes de densidad o mediante el swim-up. Pero éstas técnicas no son lo suficientemente eficaces para seleccionar el mejor espermatozoide.
Desde hace unos años y gracias al avance en la biología celular y molecular, se está estudiando profundamente el espermatozoide, intentando identificar sus patologías. Esto ha permitido vincular la presencia de marcadores de apoptosis o muerte celular con el fallo de fecundación in vivo o in vitro. Uno de estos marcadores es la presencia de fosfatidilserina (PS) en la cara externa de la membrana plasmática, cuando normalmente está presente en la cara interna. Gracias a esto se ha desarrollado una nueva técnica para seleccionar espermatozoides: la separación magnética de células activadas (MACS). Esta técnica se basa en la capacidad de una molécula llamada Anexina V de unirse a la fosfatidilserina (PS) pero sin atravesar la membrana de los espermatozoides, así cualquier unión entre la Anexina V y la PS indica que la integridad de la membrana plasmática del espermatozoide se ha visto comprometida.
Usando unas microesferas supermagnéticas con partículas de hierro y conjugadas con Anexina V se consigue que los espermatozoides muertos o apoptóticos se separen de los sanos al pasar por una columna imantada. (Figura 1).
Figura 1:Espermatozoide apoptótico con fosfatidilserina en la membrana+Anexina V
El método consta de dos etapas. En la primera se realiza la separación del plasma seminal de los espermatozoides mediante gradientes de densidad obteniendo un pellet con los mejores espermatozoides. En la segunda etapa se incuba el pellet con las microesferas conjugadas con Anexina V y seguidamente se pasan por una columna unida a una superficie altamente imantada (Figura 2)
Figura 2: Separación magnética de espermatozoides
En este paso los espermatozoides con las membranas alteradas se unirán a las microesferas y quedarán retenidos en la columna produciéndose la separación física. La fracción obtenida constará de los espermatozoides con las membranas intactas, listos para ser usados en las técnicas de reproducción asistida.
Hay publicaciones que constatan las mejoras en la selección espermática tras la aplicación de MACS en términos de movilidad, viabilidad, reducción en la fragmentación del ADN y un aumento del potencial de fecundación. También se han publicado mejoras en la supervivencia espermática tras la descongelación y en las tasas de embarazo.
En Instituto FIVIR contamos con esta tecnología para el tratamiento del factor masculino y la selección no invasiva de gametos con la finalidad de garantizar los mejores resultados en los tratamientos.